"A la luz de la linterna, la brillantez
dorada le hacía parecer una gran bestia amarilla, magnífica incluso encadenada.
[...] e incluso entonces, el poder y la belleza de ese hombre eran
evidentes"
Choque de reyes
Choque de reyes
"¡La
magnífica bestia rubia vagabundea codiciosa de botín y de victoria!"
F. Nietzsche
F. Nietzsche
El filosofo alemán F. Nietzsche mostró en su Genealogía
de la moral una auténtica fascinación por la bestia rubia (el guerrero que anidaba
en todo hombre civilizado). Nietzsche
descubrió que los valores creados por occidente habían transformado la
moral de los señores (los fuertes) en valores negativos por culpa del
cristianismo que había sustituido el sentido aristocrático de los griegos arcaicos (véase
La Ilíada) por una moral de esclavos donde la bondad y la compasión eran
virtudes buenas mientras que la ambición, el coraje y el instinto devinieron en vicios capitales. Para
Nietzsche las nociones de bien y mal no se sostenían sin un Dios del cual se
pudiera demostrar su existencia. Y muerto Dios, herida de muerte estaba también
la moral que los sacerdotes (seres débiles y enfermos que habían renunciado a
la vida, y lo que es peor, querían que los demás hombres hicieran lo mismo) habían creado
a lo largo de los siglos. La moral occidental había surgido del resentimiento de los débiles...
Jaime Lannister es un hombre bello, noble, fuerte y que
desprecia a la muchedumbre (como él mismo dice en el magnífico diálogo con
Catelyn Stark en la cárcel de Aguasdulces: no hay otro hombre como yo). Nietzsche pensaría igual de sí mismo. Jaime no duda
en seguir sus instintos y pasiones, aunque no lo dominan, simplemente no las
reprime. No tiene conciencia moral, solo una ética
individualista, es un hombre que se encuentra más allá del bien y del
mal, aunque es cierto
que el hecho de ser un Capa Blanca le invalida para ser un Superhombre
nietzscheano, pues Jaime sigue
las órdenes del rey y de su padre. Aunque Jaime no es cruel y sádico
como Joffrey
o Vargo Hoat, tampoco es compasivo, no tiene el sentido kantiano de la
ética de
Stark, simplemente es un hombre aristocrático como era Aquiles, un
"héroe"
que visto con criterios actuales deprecia la más mínima noción de
derechos
humanos. No tiene la libertad que vemos en Tristán (Brad Pitt) en Leyendas de
Pasión que es una interpretación muy plausible del superhombre nietzscheano,
como el mismo Jim Harrison, autor de la novela, reconocía. Tristán y Jaime son ambos bestias rubias,
hombres que viven según sus normas y a los que el darwinismo no alcanza hasta
que llega su destino glorioso. Quien a hiero mata...
El reproche que le podría hacer Nietzsche es que
su voluntad de poder está reducida a la nada. Si Jaime fuera un
hombre con ansias de poder podría ser como César Borgia: un hombre
apuesto y buen
guerrero, enamorado de su hermana (Lucrecia, Cersei), hijo de un hombre
de grandes ambiciones y con ansías de crear un linaje duradero y con
poder en la Italia del
Renacimiento (Alejandro VI, Tywin Lannister). El final dramático de los Borgia:
con César en Navarra, asesinado en un bosque como un perro, y el envenenamiento
del Papa de origen valenciano preludian un final nada halagüeño para la casa
Lannister... ¡Aunque con Martin y
pensando en como acabó la Guerra de las Dos Rosas todo es posible!
La Mano del Rey
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