En un lugar muy lejano, más allá del reino del corazón, existe un reino donde todo es tranquilidad, un lugar sin preocupaciones y sin sufrimiento… el reino de la razón.
En este reino vivía la princesa Ada, Ada vivía feliz pues desde niña había tenido siempre todo lo que deseo; cuando comenzó a tener poder de decisión siempre logró que sus más pequeños caprichos se hicieran realidad, todas las muñecas, los mas lindos vestidos, y los juegos de todos los niños del reino querían .
Luego en su adolescencia sus padres, (y sus tías), continuaban dándole gusto, su habitación en palacio era arreglada a su gusto, sus amigos siempre estaban listos para acompañarla a las fiestas del reino y todos vivían en armonía.
Nadie en el reino tenía de que preocuparse y a pesar de que la vida giraba en torno a Ada, todas las personas allí llevaban una vida agradable.
Pero llegó el momento, aquel día en que el Rey, el padre de Ada comprometería su mano, (la de Ada), con el hijo del Rey del vecino reino, este momento no era para nada agradable para el padre de Ada, pues creía que a pesar de que la decisión estaba tomada, no sería del total agrado de los dos jóvenes.
Pero a pesar de ello, los Reyes sabían que los dos reinos tendrían que unirse tarde o temprano, y las tierras estarían seguras en un futuro.
Así que el día llego, el Príncipe entró con la cabeza baja, temeroso de la reacción de Ada, ella bajaba las escaleras del gran salón, despacio como quien no tiene afán por llegar a su destino, pero el Príncipe al levantar su cabeza para ver a Ada las cosas cambiaron, no fue solo un compromiso, realmente se gustaron, eran iguales, eran la pareja ideal y una sonrisa de tranquilidad se dibujo en el rostro de ambos.
Ada y el Príncipe se casaron, los dos reinos se unieron, Razón y Tranquilidad se respiraba por doquier. Fue un gran reino donde todo el mundo vivía sin ninguna preocupación, donde todos admiraban los que algún día serían sus reyes.
Al pasar del tiempo los jóvenes príncipes se convirtieron en reyes, tuvieron dos hijos, un palacio hermoso y nunca nada ni nadie daño su tranquilidad.
Pero que hizo que este cuento no fuera famoso? Que le falto? Acaso… un gran dragón que el Príncipe tuviera que vencer? O una bruja malvada que engañara a Ada, o porque no… un dibujante famoso que lo llevará al cine….
No…. Atrás del reino de la Razón, por allá en la tierras verdes, rojas, violetas y azules del reino de la locura, existe el reino que los padres de Ada nunca le dejaron conocer, ni siquiera le hablaron de su existencia, no dejaron que pisara sus fronteras… Allí vivía la gente real, la que realmente si era feliz, muchos hacían lo que querían, algunos reían todo el día, otros bailaban todo el tiempo, otros…. Otros fumaban lo que querían, nadie lloraba nunca, nadie pensaba mucho… Allí vivía el Príncipe verde, no por sapo, si no porque no era azul). El Príncipe que si hubiera conocido a Ada, seguramente la hubiera hecho realmente feliz.
Si se preguntan cuál es la moraleja!!! Mmmm noooo nooo, no todo tiene que tener una moraleja!!! A veces es rico escribir… solo por escribir!!!
--Luego en su adolescencia sus padres, (y sus tías), continuaban dándole gusto, su habitación en palacio era arreglada a su gusto, sus amigos siempre estaban listos para acompañarla a las fiestas del reino y todos vivían en armonía.
Nadie en el reino tenía de que preocuparse y a pesar de que la vida giraba en torno a Ada, todas las personas allí llevaban una vida agradable.
Pero llegó el momento, aquel día en que el Rey, el padre de Ada comprometería su mano, (la de Ada), con el hijo del Rey del vecino reino, este momento no era para nada agradable para el padre de Ada, pues creía que a pesar de que la decisión estaba tomada, no sería del total agrado de los dos jóvenes.
Pero a pesar de ello, los Reyes sabían que los dos reinos tendrían que unirse tarde o temprano, y las tierras estarían seguras en un futuro.
Así que el día llego, el Príncipe entró con la cabeza baja, temeroso de la reacción de Ada, ella bajaba las escaleras del gran salón, despacio como quien no tiene afán por llegar a su destino, pero el Príncipe al levantar su cabeza para ver a Ada las cosas cambiaron, no fue solo un compromiso, realmente se gustaron, eran iguales, eran la pareja ideal y una sonrisa de tranquilidad se dibujo en el rostro de ambos.
Ada y el Príncipe se casaron, los dos reinos se unieron, Razón y Tranquilidad se respiraba por doquier. Fue un gran reino donde todo el mundo vivía sin ninguna preocupación, donde todos admiraban los que algún día serían sus reyes.
Al pasar del tiempo los jóvenes príncipes se convirtieron en reyes, tuvieron dos hijos, un palacio hermoso y nunca nada ni nadie daño su tranquilidad.
FIN?
Pero que hizo que este cuento no fuera famoso? Que le falto? Acaso… un gran dragón que el Príncipe tuviera que vencer? O una bruja malvada que engañara a Ada, o porque no… un dibujante famoso que lo llevará al cine….
No…. Atrás del reino de la Razón, por allá en la tierras verdes, rojas, violetas y azules del reino de la locura, existe el reino que los padres de Ada nunca le dejaron conocer, ni siquiera le hablaron de su existencia, no dejaron que pisara sus fronteras… Allí vivía la gente real, la que realmente si era feliz, muchos hacían lo que querían, algunos reían todo el día, otros bailaban todo el tiempo, otros…. Otros fumaban lo que querían, nadie lloraba nunca, nadie pensaba mucho… Allí vivía el Príncipe verde, no por sapo, si no porque no era azul). El Príncipe que si hubiera conocido a Ada, seguramente la hubiera hecho realmente feliz.
Si se preguntan cuál es la moraleja!!! Mmmm noooo nooo, no todo tiene que tener una moraleja!!! A veces es rico escribir… solo por escribir!!!